Pidiéndole Sabiduría al Señor
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5 Hubo […]
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Adorando a Dios de manera correcta Un Dia A la Vez
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Éxodo 20:4
El primer mandamiento es acerca de cómo adorar solamente a Dios y a ningún otro, pero este mandamiento es acerca de cómo adorar a Dios de manera correcta.
Juan Calvino, el reformador dijo que nuestro corazón es una fábrica de hacer ídolos. Es una afirmación ciertísima, nuestro corazón caído se inclina con demasiada frecuencia a adorar a Dios a la manera en que nos parece, una especie de dualidad en la que, si bien no perdemos de vista a Dios, queremos crear nuestras propias maneras de acercarnos y relacionarnos con él.
Este mandamiento es una prohibición directa a la idolatría, a crear formas particulares de adoración. Es el mandato de que Dios debe ser adorado tal como él lo ordena y por los motivos relacionados exclusivamente con lo que él ha revelado de Sí mismo en las Escrituras.
La idolatría es todo aquello que desplaza a Dios en nuestros corazones. Note que no es eliminar a Dios de nuestras vidas por completo, sino relegarlo a un segundo lugar. En ese sentido, encontramos nuestra satisfacción, nuestro sentido de identidad e incluso convertimos en nuestros salvadores a cosas que no son Dios.
Y es que la idolatría no solo se refiere a tener una imagen de yeso, madera o metal; no es algo relacionado exclusivamente con estatuas o figuras, la idolatría va más allá, a todas esas cosas que se entronizan en nuestro corazón.
Incluso podemos llegar a convertir cosas buenas en ídolos. La familia, un trabajo, el dinero, la felicidad, la compañía, el romanticismo y un largo etc. Los convertimos en dioses funcionales en los que descansamos, en los que nos sentimos plenos y pensamos que si no estuvieran en nuestra vida entonces ella perdería sentido, cuando la realidad es que solo Dios puede ser quien dé o quite sentido a nuestra existencia.
Sin duda, no hay mejor remedio para la idolatría que el Evangelio. Es el Evangelio quien nos recuerda que en realidad nosotros somos pecadores que merecen el castigo por sus pecados, pero Jesucristo nos ha librado de esa condenación; cuando entendemos eso, toda nuestra gratitud, toda nuestra adoración, todo nuestro servicio y sobre todo toda nuestra identidad estará en Jesús y no en ningún ídolo funcional o algún dios, con d minúscula, temporal y efímero.
Para meditar y profundizar: Salmo 115
Autor
Un Dia A la Vez
Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
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