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Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 14:15
¿Cómo saber si realmente amamos algo a alguien? La respuesta no está, seguro, en nuestros sentimientos, está en las cosas que hacemos o dejamos de hacer. Vivimos en un mundo gobernado por el imperio de las emociones, las personas definen el amor solo como una emoción que los inclina a desear tener algo con ellos, pero el amor en realidad va más allá, está relacionado con el sacrificio, esto es, las acciones, a eso me refiero con lo que hacemos o dejamos de hacer.
En su discurso de despedida Jesús recomendó a sus discípulos que practicaran el amor por él. Su discurso fue en medio de mucha emotividad, pero Jesús les dice que manifiesten su amor con acciones, esto es, guardando sus mandamientos, sus palabras. Jesús resumió sus mandamientos en dos grandes premisas; amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, un gran resumen de los diez mandamientos de las tablas del Antiguo Testamento, de modo que amar a Jesús es hacer lo que Jesús dijo que hiciéramos y no hacer lo que dijo que no hiciéramos, todo esto movido por un deseo profundo de agradarle.
No hay ningún misterio en esto más allá de lo que leemos, son palabras concretas.
Pero guardar los mandamientos no es pegar una lista blanca y otra negra en un lugar visible de la casa, es realmente convencernos en nuestros corazones de qué es lo que a Dios le agrada y lo que no. Eso requiere conocerle tal y como él se ha revelado en su palabra, pero también conocernos a nosotros mismos, nuestras debilidades y nuestra permanente inclinación al pecado.
Amar a Dios es algo que puede verse entonces, no es algo que solo decimos, es algo que puede comprobarse. Es cierto que no es fácil vivir de esta manera, pero Dios no nos pide nada que no podamos hacer, él no solo nos pide amarle, sino que nos da los medios para hacerlo: la ayuda de su palabra y la ayuda del Espíritu Santo obrando permanentemente en nosotros.
Los mandamientos del Señor no son una carga difícil de llevar y no porque seamos demasiado fuertes, sino porque él nos ayuda.
Así que, mostremos amor a aquel que nos ha amado, viviendo conforme a sus mandatos y guardando su palabra. Que Dios nos ayude.
Para meditar y profundizar: 1 JUAN 3
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Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
Un Dia A la Vez 9 julio, 2020
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