Equipados y dotados para la Gloria de Dios
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No obstante, el sólido fundamento permanece firme, teniendo este sello: El Señor conoce a los que son suyos, y: Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor. 2 Timoteo 2:19
Spurgeon solía contar una anécdota de Rowland Hill, el predicador, a quien se le acercó una noche un borracho que caminó tambaleándose hacia él y le dijo: “¡Hola, señor Hill, yo soy uno de sus convertidos!”; “Ah,” dijo el señor Rowland Hill, “muy probablemente, pero tú no eres de los convertidos de Dios, pues de lo contrario no estarías borracho.”
Una persona puede estar muy confiada de una profesión de fe, probablemente engañado con la idea de que, por haber pronunciado algunas palabras, o una que otra experiencia emocional, su salvación ya es un hecho indiscutible. Sin embargo, la verdadera conversión es la que va acompañada de frutos, de una vida digna de los que invocan el nombre del Señor y ese fruto debe verse reflejado no solo en lo que profesa, sino en la manera en que vive entre los demás.
El Maestro dijo: «Por sus frutos los conoceréis». Todo lo que necesitamos saber sobre la fe de alguien, está en el testimonio de ella. Por supuesto el ropaje religioso no es tampoco una evidencia de la fe verdadera, pero la conversión nunca es menos que eso.
Debemos abandonar la hipocresía, pero también el libertinaje. La conversión se hace evidente en personas que aman genuinamente al Señor y le sirven y aman genuinamente a su prójimo.
Examinemos si realmente nuestra vida está en armonía con nuestra fe, porque si los hábitos de una vida pecaminosa siguen siendo un patrón y una constante, en lugar de la piedad y la lucha interna por la santificación, es porque aún no ha alumbrado Cristo. El Señor no puede ser burlado, él conoce a los suyos.
Para meditar y profundizar, Mateo 7
Autor
Un Dia A la Vez
Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
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