Dios se encarnó y Habitó entre nosotros
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 Uno de […]
Fija tus ojos en Jesús Un Dia A la Vez
La muerte es algo Inevitable Un Dia A la Vez
La evidencia del amor Un Dia A la Vez
El pecado es algo serio Un Dia A la Vez
Enséñanos a hacer tu voluntad Angel Miranda
No seas gobernado por tus emociones sino por su Palabra Un Dia A la Vez
No seas impulsivo, se guiado por su palabra Un Dia A la Vez
Fija tus ojos en Jesús Un Dia A la Vez
Puestos los ojos en Jesús, el autor u consumador de la fe.
Hebreos 12:2
Cuando damos una mirada al Antiguo Testamento, no podemos pasar por alto la manera en que los protagonistas de cada historia pudieron entregarse de manera tan abnegada al Señor. Obedecieron plenamente, pelearon siendo débiles, caminaron entre leones, construyeron sin ser arquitectos, abandonaron sus moradas sin tener más que una promesa, en fin.
Todos ellos fueron caracterizados por una confianza inquebrantable, pero, ¿confianza en qué? ¿O en quién?
Todos estos hombres del pasado no tenían más que una figura borrosa, una silueta detrás de un velo que había sido anunciada desde el cielo; ellos tenían sus ojos puestos en Jesús. Aún cuando el Señor no había sido encarnado. La sola promesa de su advenimiento era el destino, la meta, y por eso vivieron de tal manera.
Ahora, nosotros no tenemos en frente, no una imagen borrosa, ni tampoco una silueta detrás de un velo; ahora tenemos un retrato completo, en alta definición y con detalles de nuestro Salvador. No es la imagen perfecta, la cual tendremos cuando le veamos cara a cara, pero es ideal. Él se ha hizo carne, y vimos su Gloria, Gloria como del unigénito del Padre, lleno de Gracia y verdad. Nuestra vida de fe tiene mayores razones para ser más abnegada que la de estos hombres de la antigüedad. Ellos son una nube de testigos al rededor nuestro, esperando que así como la imagen no completa de Cristo podía sostenerlos a ellos, a nosotros mucho más aún teniendo nuevas y mejores promesas.
Hay una fuerte razón para mantenernos firmes hasta el final, y es la manera en que podemos mirar a Cristo, poner nuestros ojos en él y ser fortalecidos. Por tanto, no desmayemos, nuestro galardón está más cerca que antes y nos aguarda una esperanza Gloriosa.
Sea el Señor glorificado. ¡Aleluya!
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Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
Un Dia A la Vez 24 diciembre, 2020
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 Uno de […]
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