Dios oye a personas comunes y corrientes
Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese […] y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la […]
No tienes por qué envidiar a los malos Un Dia A la Vez
Dios oye a personas comunes y corrientes Un Dia A la Vez
El hombre que calmó la tempestad Un Dia A la Vez
La cruz: Juicio a la derecha, misericordia a la izquierda Un Dia A la Vez
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El poder más grande del universo Un Dia A la Vez
No tienes por qué envidiar a los malos Un Dia A la Vez
En cuanto a mi, casi deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos
Salmo 73:2-3
Las personas regularmente suelen medir el grado de prosperidad por la cantidad de bienes materiales que los otros poseen; esto por cierto crea un sentido de autocompasión en aquellos que no llegan a ser tan abundantes económicamente y que no resulta nada provechoso, todo lo contrario; deshonra a Dios.
Este salmo de Asaf, muestra la impotencia de alguien que compara su vida de congoja, con la de hombres malos que gozaban de «buenas cosas». Este pensamiento no es ajeno a ninguno de nosotros. Generalmente quisiéramos ver a Dios obrar de manera más evidente en términos materiales en nuestra vida; sin embargo, el hecho de que no hayan posesiones, no significa que el favor de Dios no esté con los que de corazón le sirven.
Por otro lado, razonar de la manera en que lo hizo el salmista suele ser peligroso. Pensar que busco a Dios y no vivo como quisiera, pero otros que no lo buscan lo tienen todo, no es más que una muestra de cuales son nuestras motivaciones. Si en algún momento llegamos a sentirnos de tal manera que la prosperidad de los impíos nos acongoje, debemos revisar nuestro corazón, pues estamos buscando a Dios por lo que él da y no por lo que él es.
Al final; Asaf comprendió que no importa cuán rápido corra un corredor, si está en la carrera equivocada. No importa cuanto pueda prosperar un impío si se pierde su alma. Debemos estar claros en que la medida de nuestras bendiciónes no es terrenal y que nuestro éxito no es calibrado con el sistema de medir de este mundo; nuestra ciudadanía está en los cielos, donde hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual y la carrera que corremos tendrá como meta la Salvación eterna.
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Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
Un Dia A la Vez 27 noviembre, 2020
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