El plan de Dios para su pueblo
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» —declara el Señor— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11 Cuanto quisiéramos […]
Considera siempre la oración antes de cualquier acción Un Dia A la Vez
El perdón del pecado y la ayuda para no recaer Un Dia A la Vez
Evangelistas de tiempo completo Un Dia A la Vez
Gracias a Dios por los pastores, pero gracias a Dios por Jesucristo Un Dia A la Vez
¿Por qué hay maldad en el mundo? Un Dia A la Vez
Desconocido de los hombres pero conocido por Dios Un Dia A la Vez
La verdadera historia de David y Goliat Un Dia A la Vez
Dios usa un mensaje sencillo para producir una obra grandiosa Un Dia A la Vez
Ojo por ojo, diente por diente ¿qué significa? Un Dia A la Vez
Pero si hubiera algún otro daño, entonces pondrás como castigo, vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Éxodo 21:23-25
Cuando era niño soñaba con que mi poder fuera ser invisible. Vivo en un país golpeado por la guerra de guerrillas y lleno de malas noticias en mi época; mi sueño era un día poder acabar con todos ellos sin que ni siquiera pudieran verme. Lo admito, no son los pensamientos que un niño debería tener, pero era el resultado de ese deseo por venganza que hay arraigado en nuestros corazones desde que nacemos.
Este es otro famoso pasaje de las Escrituras, es usado en muchos contextos incluso en el día de hoy como una forma de justificar la venganza; sin embargo este pasaje inicialmente no tenía ese intención. Las leyes que Dios había dado al pueblo de Israel debían ser administradas por jueces, ellos se encargaban que cada persona que cometía una falta recibiera el castigo adecuado y no dejar espacio así para la revancha por parte del ofendido, ni para el reclamo por un trato injusto de parte del castigado; en esa forma de gobierno, cuando una persona hería a otra, en este caso particular si se trataba de una mujer embarazada que sufría daño ella o el bebé; el esposo de la mujer afectada podía pedir a los jueces un castigo equitativo, es decir, de acuerdo con la falta; ni mas ni menos. Si el bebé perdía la vida, debía pagarse con la vida, si perdía su ojo, con un ojo y así.
Como vemos, esta ley no era un instrumento de venganza personal, como quiera que sea debía haber un juez que pudiera asignar la pena, no podía hacerse de manera arbitraria o personal. Esto nos da un principio que incluso es usado hoy en los sistemas de justicia; al no tener nosotros ahora un gobierno estrictamente teocrático, cada país en el que vivimos desarrolla leyes que pueden y deben ser aplicadas con justicia; pero hay algo más, esa figura de un juez, de un tercero que es el que evalúa el daño; esto es importante porque eso nos guarda a nosotros del deseo de venganza.
Dios es el juez y ante él debe ir toda persona un día; él juzgará con suprema justicia, pero gracias a Dios que ese mismo juez que debía condenarnos, él mismo ha pagado el precio de nuestra culpa y nos ha absuelto por medio de la fe. Así que ahora no somos reconciliados, sino que no tenemos razón alguna para tomar venganza por nuestra propia cuenta.
Dejemos la justicia y la venganza a un tercero que juzgará equitativamente, uno que dará a cada uno según sus obras y no dañemos nuestros corazones albergando odios y rencillas que pueden convertirse en raíces de amargura. Él Señor dijo, mía es la venganza, yo pagaré. Nosotros, por lo pronto, mantengamos tranquilos y confiados en que ese Dios hará perfecta justicia.
Suscríbete y te enviaremos un devocional cada mañana.
Tagged as: Éxodo, Éxodo 21, Éxodo 21:23-25.
Un día a la vez es un devocional diario de la palabra de Dios y centrado en el Evangelio, en la voz del pastor Jacobis Aldana. Este es un programa de Iglesia Bíblica Soberana Gracia. Santa Marta, Colombia.
Un Dia A la Vez 14 mayo, 2020
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» —declara el Señor— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11 Cuanto quisiéramos […]
Copyright Iglesia Bíblica Soberana Gracia
Comentarios (0)